¿No estoy trabajando lo suficiente o mi empleador está estableciendo plazos irrazonables?

Independientemente de quién sea el responsable de la demora, es importante comunicarse con los gerentes para informarles cuándo no puede seguir el cronograma. Es posible que la persona que lo administra no sepa que su tarea es demasiado grande, ya sea porque no entienden la naturaleza del trabajo o porque cuentan con usted para decirle cuando tiene demasiado en su plato. Cuanto antes hable, más rápido su gerente podrá hacer las correcciones necesarias. El viejo truismo, “El tiempo es dinero”, es especialmente relevante en escenarios como estos.
Para responder a la pregunta: si le toma más horas de trabajo por semana de lo que especifica su descripción de trabajo, está objetivamente justificado si quiere decir que es demasiado. Algunas culturas corporativas codician el tiempo de los empleados y presionarán a los trabajadores para que cometan horas extra; depende del empleado individual establecer límites sobre cuánto tiempo puede reclamar un empleador. Aquí es donde entra en juego decir “no” a las cosas. Si enfrenta una reacción política por establecer límites claros en su tiempo, entonces sería prudente considerar cambiar de compañía.